Muchas mujeres viven en silencio una realidad que condiciona cada aspecto de su día a día: la incontinencia urinaria de urgencia (UUI). Más allá de ser un problema físico, la UUI se convierte en una carga emocional y social, que afecta profundamente la autoestima, las relaciones y la salud mental. Y lo más grave: suele callarse, minimizarse o esconderse.
¿QUÉ ES LA UUI Y POR QUÉ IMPORTA HABLAR DE ELLA?
La incontinencia urinaria de urgencia es una condición en la que la persona siente una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida por una pérdida involuntaria de orina. Puede afectar a mujeres de distintas edades, pero es especialmente común en mujeres mayores o en aquellas que han atravesado partos vaginales o la menopausia.
A menudo se oculta bajo frases como “solo me pasó una vez”, “es normal a mi edad” o “uso protectores y listo”. Pero no, no es normal vivir con miedo de estornudar, de reírse fuerte o de estar en un lugar sin baño cerca. No es normal oler a orina y cargar con la vergüenza.
CUANDO EL PROBLEMA SE VUELVE INVISIBLE, PERO PESA CADA DÍA
Este tipo de incontinencia no solo limita actividades cotidianas como salir a caminar, bailar o hacer ejercicio. También afecta profundamente la percepción que la mujer tiene de sí misma. La inseguridad, el temor al rechazo, la frustración y la vergüenza se instalan de forma silenciosa.
Lo más preocupante es que esta afectación emocional ha sido documentada por la ciencia. Un estudio realizado durante 10 años en Noruega, con más de 16.000 mujeres, evidenció que quienes padecían incontinencia urinaria tenían un 45% más de riesgo de desarrollar síntomas de depresión y un 26% más de probabilidad de sufrir ansiedad leve, en comparación con mujeres sin esta condición. Por otro lado, las mujeres que ya presentaban síntomas depresivos o ansiosos, tenían hasta el doble de riesgo de desarrollar incontinencia urinaria (Felde, Ebbesen & Hunskaar, 2017).
ROMPER EL CICLO: LA IMPORTANCIA DE ATENDER TU BIENESTAR ÍNTIMO
Esta relación entre cuerpo y mente no puede ignorarse. Callar el malestar, adaptarse al problema o normalizar solo lo agrava. Atender la salud pélvica y buscar soluciones integrales, como la Tecarterapia aplicada por profesionales, no solo alivia los síntomas físicos. También permite recuperar libertad, seguridad y alegría.
Porque no se trata solo de no tener escapes de orina: se trata de volver a salir con confianza, de reírse sin miedo, de reconectar con el propio cuerpo y de poner límites al sufrimiento que no se ve, pero se siente cada día.
CONCLUSIÓN: PRIMERO TÚ.
Invertir en tu salud íntima no es egoísmo, es respeto propio. Es tomar el control de tu bienestar, romper el silencio y abrir la posibilidad de vivir con mayor dignidad y plenitud.
No estás sola. Y no tienes por qué acostumbrarte a vivir así.
Referencia
Felde, G., Ebbesen, M. H., & Hunskaar, S. (2017). Anxiety and depression associated with urinary incontinence. A 10-year follow-up study from the Norwegian HUNT study (EPINCONT). Neurourology and Urodynamics, 36(1), 322–328. https://doi.org/10.1002/nau.22921