Muchas mujeres viven años enteros con incontinencia urinaria de urgencia sin buscar ayuda. La vergüenza, el miedo al juicio, o la normalización de sus síntomas las lleva al silencio. Pero, ¿qué pasa cuando ese silencio cuesta más que la incomodidad diaria? Estudios recientes revelan una verdad impactante: la incontinencia urinaria (UUI) se asocia con un mayor riesgo de depresión y ansiedad, con efectos colaterales en enfermedades cardiovasculares.
Lo que no se cuenta, pero afecta profundamente
Lidiar con la incontinencia urinaria no es solo usar un protector o evitar reír fuerte. Es diseñar la vida para “tapar” el problema: evitar viajes, rechazar intimidad, o incluso autoaislarse. Este deterioro progresivo del estilo de vida debilita el estado emocional, promueve el sedentarismo, la depresión, el sobrepeso, el estrés crónico, entre otros factores de riesgo que alteran la salud integral.
La evidencia científica: el vínculo entre Incontinencia Urinaria y mortalidad
Un estudio basado en más de 21.000 personas de la base de datos NHANES (EE.UU.) con seguimiento de casi una década mostró que las personas con UUI tenían mayor riesgo de morir por causas cardiovasculares y cáncer, incluso controlando otros factores como edad, género o estilo de vida.
La incontinencia urinaria puede tener implicaciones más allá del piso pélvico, afectando la salud emocional y física de las mujeres. Por ejemplo, estudios han demostrado que su tratamiento eficaz puede reducir la ansiedad y la depresión hasta en un 50 % (Kalata et al., 2024).
Un problema que no solo se sufre en silencio… también se paga con salud
Las mujeres que no acceden a diagnóstico o tratamiento oportuno pueden entrar en una espiral de deterioro físico y emocional:
- Disminución de la actividad física por miedo a “accidentes”
- Ansiedad social que puede llevar a aislamiento
- Trastornos de sueño
- Alteración del vínculo con la pareja o incluso rupturas
- Aumento de peso y hábitos alimentarios desordenados
Y todo esto es combustible para enfermedades crónicas. El cuerpo termina pagando con enfermedades lo que la persona no se sintió con derecho a expresar o tratar oportunamente.
¿Qué hacer? Prevenir, visibilizar y actuar
La tecarterapia basada en radiofrecuencia no invasiva ha demostrado ser una alternativa segura y eficaz para mejorar los síntomas de la Incontinencia Urinaria, sin necesidad de fármacos ni cirugía. La clave está en romper el silencio, acceder a evaluaciones médicas, y abrir la conversación con confianza.
“Hablar de esto no es debilidad. Es salud.”
Referencia:
Kalata, U., Jarkiewicz, M., Pomian, A., Zwierzchowska, A. J., Horosz, E., Majkusiak, W., Rutkowska, B., & Barcz, E. M. (2024). The Influence of Successful Treatment of Stress Urinary Incontinence and Pelvic Organ Prolapse on Depression, Anxiety, and Insomnia—A Prospective Intervention Impact Assessment Study. Journal of Clinical Medicine, 13(6), 1528. https://doi.org/10.3390/jcm13061528